Hoy vamos a presentaros a otro gusanito tubícula empenachado, la Sérpula roja, que cual miembro de Locomía luce dos grandes abanicos a ambos lados de su cabeza. Estos abanicos son coronas branquiales y sus 40 filamentos plumosos se encargan de filtrar el alimento.
Así como los espirógrafos lucen blanco, marrón y dorado, a las sérpulas les sienta mejor los tonos rojizos, violetas y rosados con plumas festonadas de blanco. La corona es sustancialmente más pequeña (alrededor de 3 cm. frente a los espectaculares 15 de los espirógrafos), pero igualmente llamativa. La sérpula es un gusano de calcáreo, es decir, su tubo está formado por cal y por lo tanto es duro, rígido, y no flexible como el del espirógrafo.
Estos gusanos son criaturas gregarias que viven en comunidades de algunas decenas de individuos, siempre sobre sustrato rocoso, en aguas de diversa profundidad a condición de que sean cálidas o templadas, por lo que es más frecuente verlos en el Mediterráneo que en el Cantábrico.
Atención: si te fijas, la sérpula posee un operáculo en forma de trompeta que asoma entre los abanicos. Se trata de una "tapadera": si se siente amenazado, el gusano se retrae dentro de su tubo calcáreo y tapona la salida con la trompeta, *plop*. Y a ver quien lo coje.