11/30/2015

Castañuela (Chromis Chromis)


¡Alegría, alegría! ¡Que toquen las palmas y bailen las muchachas, que ya está aquí la castañuela del mar! Y es que este pez, movido y vivaracho, es siempre una presencia divertida en nuestras inmersiones.

La mejor manera de identificar al Chromis chromis es, vaya casualidad, comparándolo con una castañuela musical ¿Y cómo es eso? Pensad en la forma de ese instrumento: es redondeado, algo achatado, para que se ajuste bien a la palma de la mano. La castañuela del Mediterráneo también es redondeada y achatada, sobre todo si la comparamos con otros peces de forma más hidrodinámica. Son de color pardo que parece negro en la lejanía, con los flancos algo más claros y una línea azul en la dorsal. 

Pero la verdadera clave para reconocer a la castañuela es su inconfundible aleta caudal muy ahorquillada y oscura, con unos ribetes más claros que acentúan el efecto de bifurcación. En ocasiones los movimientos que realiza abriéndola y cerrándola como una tijera *¡Clac-cataclac-clac!*, nos recuerdan al repiqueteo de una castañuela. 

Pero ahí donde las veis tan pequeñitas y graciosas, las castañuelas (o en este caso los machos, los "castañuelos") tienen una mala leche importante. Y es que estos pobres chicos son los encargados de una importante misión: durante los meses de reproducción (mayo, junio) deben encontrar un agujero en la roca que sea apropiado para colocar un nido, limpiarlo con primor, atraer a una hembra hacia él con sensuales movimientos de cola *¡Clac-cataclac-clac!*, y cuando la hembra haya depositado los huevos, quedarse allí de fiero guardián mientras ella se marcha a hacer sus cosas. ¡Y ay de cualquiera que se acerque a la futura prole, hasta con un submarinista se atreve el valiente castañuelo! Con lo que le ha costado limpiar la roca y liar a una hembra para que se vaya con él, ahora vas a llegar tu a chafarle el nido. De eso nada.

Las castañuelas son peces pequeños, de hasta 15 cm. de longitud, que rara vez bajan de los 25 metros de profundidad. Esto nos viene estupendamente a los buceadores novatos, que al igual que las castañuelas no podemos bajar tanto.

Atención: sólo hay una cosa más bonita que una castañuela, y eso es un alevín de castañuela. Las castañuelitas tienen la apariencia de minúsculas chispas de color azul cobalto, tan bellas e iridiscentes que a veces parecen un efecto óptico de la luz. Se mueven en grupos buscando protección entre las rocas, las anémonas o incluso bajo el paraguas de alguna gorda medusa benevolente.